Otros tuvimos que luchar de otro modo contra el virus y sus obligadas restricciones por mantener a flote nuestros clubes, gimnasios o negocios.
Yo soy uno de ellos, en plena pandemia decidí que la mejor manera de continuar adelante con nuestro club, era alquilando un local propio.
La decisión terminó siendo la correcta, el club creció en número de alumnos al volver a principios de Julio del
2020.
Todo iba bastante bien, íbamos creciendo y disfrutando de nuevo del Taekwondo presencial siempre cumpliendo con las medidas pertinentes de seguridad e higiene lleguamos hasta octubre sin cierres ni problemas.
En Octubre la cosa se complicó y nos obligaron a permitir solo un 30% de aforo en los clubes si era en interior... haciendo más horarios y moviendo alumnos conseguimos solventarlo.
Pero llegó noviembre de 2020 y nos hicieron cerrar de nuevo, el mundo se me vino encima. Habíamos luchado mucho por hacer crecer el club y ahora temía perder la mayoría de alumnos. Ciertamente tuvimos mucha suerte de tener buenos alumnos y mejores familias que decidieron seguir apoyando al club aunque fuera online.
Y así lo hicimos, volviendo a organizar horarios y grupos online por zoom conseguimos llegar hasta diciembre con una gran parte de los alumnos.
Fueron muchas horas de clases online por mi parte, mucho esfuerzo por conseguir la atención de los alumnos de infantil en esas clases y muchas horas de charlas con madres y padres para convencerlos que se quedaran y probaran el online.
Valió la pena el esfuerzo... pero entonces comenzaron a complicarnos la vida con los confinamientos perimetrales, los alumnos que no eran de la comarca no podían venir... luego el municipal... llegó el 2021 y nos volvieron a cerrar del todo.
De nuevo comenzaba la pesadilla, la lucha por subsistir y no defraudar con el online a los ya cansados alumnos y familiares...
todos estábamos cansados.
Pero esos ratos que conectabamos, se nos olvidaba y disfrutamos del Taekwondo online.
Cada vez más horas, más clases... dirigir una clase online requiere de mucho esfuerzo mental y físico...y nadie nos ha instruido para ello. Cada cual saca lo mejor de sí mismo con sus recursos.
Finalmente a mediados de febrero nos dejaron entrenar en espacios abiertos, rápidamente lo organice todo para poder entrenar en la calle.
Pero decidí que las clases de infantil continuarán online.
Por tema de frío y luz, también seguimos online para las personas confinadas perimetralmente o por contacto con contagiados en colegios.
Afortunadamente a mediados de Marzo volvimos al club y hasta ahora seguimos adelante.
Pues tal y como la situación se ha ido relajando, mi cuerpo decidió pasarme la factura por haber cumplido durante todo ese tiempo en confinamiento y cierres.
Mucha ansiedad y miedo a volver a esas situaciones durante mucho tiempo, quedarse ya sin palabras para convencer a los padres que debían continuar.
Repito, tuve mucha suerte y estoy muy agradecido a todas las familias que han apoyado el club durante todo este tiempo de pandemia.
Mis secuelas me siguen recordando cada día que no puedo bajar la guardia.
El cuerpo me duele, tendinitis por todos lados... algunos días ni andar podía al salir de la cama... insomnio que aún me dura por más de un día por irte a dormir pensando como te lo organizarias mañana...
En fín, que de momento hemos sobrevivido y como decía un compañero mío en un post suyo de facebook: parece que estamos saliendo de la pandemia por la puerta de atrás..sin pena ni gloria. Pues aunque sea sea así, que salgamos ya y volvamos a disfrutar de nuestras vídas y nuestros derechos.
Mucho ánimo y gracias por haber dedicado un rato a la lectura de este artículo.
Oscar Pavón Giménez Taekwondo más 40 ( The blog)
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